Velada Trovera 001

Aquí publicamos todo el contenido de la Gran Velada Trovera  que se realizó en Portmán - La Unión (Murcia), al parecer celebrada en el año 1913, aunque no se sabe con exactitud la fecha, entre los grandes troveros de esa época: José María Marín y Manuel García Tortosa "El Minero", en la que al primero le tocó defender al patrono y el segundo al obrero, y que ha pasado a la historia como la mejor actuación trovera de aquellla época. A este excelente espectáculo se le denominó como la "Velada Social" y,  aunque duró varias horas, mantuvo a los espectadores atentos y emocionados todo el tiempo.

 
MARÍN:
Aquí venir ofrecí
creyendo bueno encontrarme;
la fiebre hizo presa en mí
y a pesar de enfermo hallarme
yo mi promesa cumplí.
 
MINERO:
Yo mi fraternal saludo
os dirijo al presentarme.
Y que sabréis, no lo dudo,
como obrero torpe y rudo
esta noche aquí juzgarme.
 
MARÍN:
Tampoco yo nado en ciencia
ni espero hacerme aplaudir
a pesar de mi dolencia
con un deber de conciencia
sabré esta noche cumplir.
 
MINERO:
Sé yo un modo de curar
radical y positivo.
Sin medicina estudiar,
espero esta noche hallar
para tu mal lenitivo.
 
MARÍN:
Piensas sin duda que yo
una dolencia fingí
porque miedo me inspiró;
¡quien tal pensara de mí
conste que se equivocó!
 
MINERO:
Yo solamente he pensado
que tu dolencia no es nada.
Dime que me he equivocado
si al terminar la velada
no te encuentras mejorado.
 
MARÍN:
Tu satírica imprudencia
ha sabido herirme a mí;
perderé al fin la paciencia
y olvidaré mi dolencia
para pensar sólo en ti.
 
MINERO:
Que yo no me he equivocado
el público lo está viendo;
ha poco hemos empezado
y ya me va pareciendo
que estás bastante aliviado.
 
MARÍN:
Dejo mi mal al olvido
para en el tuyo pensar,
ya que curarme has sabido;
para lo que hemos venido 
vamos pronto a demostrar.
 
MINERO:
Saben en La Unión llamarte
rey de la improvisación,
y yo he venido a buscarte
con la intención de arrancarte
de tu corona un florón.
 
MARÍN:
Si de rey calificarme
los unionenses supieron
por el afán de elogiarme,
la gloria que ellos me dieron
no podrás tú arrebatarme.
 
MINERO:
Sabes tú al rico adular
por su aprecio conquistarte,
al obrero alucinar
y pretendiendo engañar
por fin llegas tú a engañarte.
 
MARÍN:
Su apoyo el rico me ofrece;
el obrero su amistad;
uno y otro me engrandece
y yo a cada cual tratar
lo sé, como se merece.
 
MINERO:
Del rico por su dinero 
quieres tú ser estimado,
siendo para ti, primero
un rico desvergonzado
que un honrado jornalero.
 
MARÍN:
¿Me querrás decir tú a mí
que no sabes adular 
y la amistad preferir
del que te pueda algo dar
al que te pueda pedir?
 
MINERO:
Yo del rico nada quiero
ni aún la felicidad.
De todo el que no es obrero
desprecio yo su amistad
lo mismo que su dinero.
 
MARÍN:
Yo, cuando voy a pedir
un jornal y me lo dan,
pudiendo así conseguir
llevarle a mis hijos pan,
al burgués sé bendecir.
 
MINERO:
Al que lo suyo mendiga
que yo inconsciente le llame 
en esta ocasión me obliga.
¡Eres cual perro que lame
la mano que lo castiga!
 
MARÍN:
Yo sé respetarle a él
porque lo creo más fuerte. 
No hay una razón, Manuel,
para despreciar a aquel
que favoreció la suerte.
 
MINERO:
Me llenas de indignación
cuando servil y ruín,
negar quieres la razón.
Pues no hay tal suerte, Marín,
lo que hay es explotación.
 
MARÍN:
Si has pensado tuyo hacerme
pienso, Manuel, que te engañas.
No lograrás convencerme;
de tus tentadoras mañas
yo sabré a salvo ponerme.
 
MINERO:
Mentira será la ciencia
de que sabes encumbrarte.
Si con esta competencia
no consigo propagarte
es que no tienes conciencia.
 
MARÍN:
Jamás conseguir podréis
el triunfo de vuestra idea,
por mucho que peleéis;
esclavos siempre seréis
mientras mundo el mundo sea.
 
MINERO:
¡Qué equivocado caminas
de tal manera pensando!.
Antes que tú te imaginas
verás bajo sus ruinas
al capital expirando.
 
MARÍN:
Déjate de tonterías;
sé virtuoso y no más;
olvida esas teorías,
y trabajando tendrás
qué comer todos los días.
 
MINERO:
¡Cuántos hay que sin cesar
trabajan y no protestan;
llegan un día a parar
y aquella noche se acuestan
sus hijos sin almorzar!
 
MARÍN:
Si honrado el burgués me ve
con mi suerte resignado
trabajo siempre tendré
y, aunque me vea agobiado,
de pan no careceré.
 
MINERO:
En aras de la virtud
vas tu conciencia vendiendo;
dirá el público que tú
te estás esta noche haciendo
digno de la esclavitud.
 
MARÍN:
¿Qué es un hombre sin dinero?
-Nada, aunque otra cosa creas-.
Yo soy como tú, un obrero,
Manuel, pero tus ideas
ni las comprendo ni quiero.
 
MINERO:
Marín, no puedo creerte;
ya sé tu marcha cual es.
En evidencia ponerte
no quieres con el bugués
que puede favorecerte.
 
MARÍN:
Fuéramos degenerados
hundiendo a la monarquía;
siendo bien administrados
poco nos importaría
que hubiera privilegiados.
 
MINERO:
Los obreros no queremos
nada grande, nada regio;
de luchar no cesaremos
hasta que tirar logremos
la torre del privilegio.
 
MARÍN:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
                
MANUEL, ODIAR AL PATRONO
HOY LOS OBREROS SABEMOS;
PORQUE SU SUERTE ENVIDIAMOS
AL PATRONO ABORRECEMOS.
 
Yo al burgués no le perdono
que nos dé tan ruin salario,
pero me daña el encono
con que sabe el proletario
MANUEL, ODIAR AL PATRONO.
 
El poco pan que comemos
ellos nos lo saben dar
y hasta el agua le debemos,
pero de ellos mal hablar
HOY LOS OBREROS SABEMOS.
 
Sí que nos sacrificamos
y su ambición satisfacen;
pero más bien les odiamos,
que por el mal que nos hacen
PORQUE SU SUERTE ENVIDIAMOS.
 
De darnos el pan queremos
que tengan la obligación.
Nuestro enemigo en él vemos
y con injusta razón
AL PATRONO ABORRECEMOS.
 
MINERO:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
EL MISERABLE BURGUÉS
AL OBRERO SABE ODIAR;
EL RICO AL POBRE LE DEBE
LA CASA, EL AGUA Y EL PAN.
 
Cifrar todo su interés
sabe en oprimir el yugo,
que nuestra desdicha es,
siendo del pobre el verdugo
EL MISERABLE BURGUÉS.
 
Quiere que pordiosear
sepamos humildemente
lo que sabemos ganar
y el patrono, tan vilmente
AL OBRERO SABE ODIAR.
 
¿Para qué el burgués se atreve
a odiar a quien necesita?
¡Cuando lo que come y bebe
como el palacio en que habita
EL RICO AL POBRE LE DEBE!
 
Él no sabe edificar
ni sabe pozos hacer,
ni sabe el trigo sembrar.
¡Al pobre ha de agradecer
LA CASA, EL AGUA Y EL PAN.
 
MARÍN:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
SÉ AL PATRONO BENDECIR
CUANDO NO ME TRATA MAL;
YO LE OFREZCO MI SUDOR
A CAMBIO DE UN RUIN JORNAL.
 
Cuando le llego a pedir
trabajo y me sabe dar, 
y en ello, para vivir,
puedo el remedio encontrar,
SÉ AL PATRONO BENDECIR.
 
Con humildad sin igual
sufro del trabajo el yugo,
y al que ostenta el capital
no le juzgo mi verdugo,
CUANDO NO ME TRATA MAL.
 
Aunque a veces sea menor
el premio que el sacrificio,
le juzgo mi protector,
y al que acepta mi servicio
YO LE OFREZCO MI SUDOR.
 
A mí, como a cada cual,
me dañan los latigazos
de una mano criminal,
que alquilar sabe mis brazos
A CAMBIO DE UN RUIN JORNAL.
 
MINERO:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
LA FUENTE DE LA RIQUEZA
EMANA DEL BRAZO OBRERO
¡ROBAR SABE AL PROLETARIO
SU ALIMENTO, EL USURERO!
 
Falsa es toda la grandeza
del burgués que nos explota;
lo grande está en la pobreza
donde solamente brota
LA FUENTE DE LA RIQUEZA.
 
Cese ya el injusto fuero;
cese ya la explotación;
tenga lo suyo el bracero,
pues toda la producción
EMANA DEL BRAZO OBRERO.
 
El corto sueldo diario
aún nos lo sabe diezmar
el patrono o propietario;
lo que él ha de derrochar
ROBAR SABE AL PROLETARIO.
 
Como lobo carnicero
sin dar oído al dolor,
altivo, arrogante y fiero,
le quita al trabajador
SU ALIMENTO, EL USURERO.
 
MARÍN:
Tanto aplauso al escuchar
estar debes orgulloso,
mas te puedo asegurar
que no podrás alcanzar
de aquí salir victorioso.
 
MINERO:
Tanto aplauso y no por ti
estás indignado oyendo;
¡tampoco los merecí!
Pero ellos pasan de mí
a la razón que defiendo.
 
MARÍN:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
CUANDO A LA HUELGA APELAMOS
CIERRAN FÁBRICA O TALLER;
MIENTRAS TRABAJO NOS DAN
GANAMOS PARA COMER.
 
A menudo reclamamos
menos trabajo y más paga
y hasta por fuerza intentamos
que nuestro gusto se haga
CUANDO A LA HUELGA APELAMOS.
 
Ellos imposible al ver
trocar sueldos y jornadas
sabiendo que han de perder,
abiertas más que cerradas,
CIERRAN FÁBRICA O TALLER.
 
Ellos tratarnos sabrán
de un modo terrible y duro,
pero tenemos el pan
de nuestros hijos seguro
MIENTRAS TRABAJO NOS DAN.
 
Nosotros enriquecer
conseguimos siempre a aquellos
que amos nuestros logran ser,
pero enriqueciendo a ellos
GANAMOS PARA COMER.
 
MINERO:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
EL LÁTIGO DEL NEGRERO
SABE ZUMBAR A MI OÍDO;
ODIADO Y ESCARNECIDO
VIVIR SABE EL POBRE OBRERO.
 
Un ser humano explota
mi sangre, ¡ruin cancerbero!
y a la vez que el sudor brota
mi tostado rostro azota
EL LÁTIGO DEL NEGRERO.
 
¡Odiado en cautividad!
¿Qué delito he cometido?
¡Es de lesa humanidad!
Y la voz “fraternidad”
SABE ZUMBAR A MI OÍDO.
 
¿Por qué así al mal nos conduce
el burgués enriquecido?
El verlo a pensar me induce
en quien todo lo produce
ODIADO Y ESCARNECIDO.
 
Todo bien de él emanado
veo que, sañudo y artero,
el capital lo ha explotado.
¡Y tan mal recompensado
VIVIR SABE EL POBRE OBRERO.
 
MARÍN:
Con tu ideal libertario
tranquilo esperas vivir.
Conocer es necesario,
Manuel, que de presidiario
tu vida ha de concluir.
 
MINERO:
¿Yo presidiario?... ¿Y por qué?
¡Cuando en mí la imagen brota
de una redentora fe!
¿En mí es delito si sé
odiar a aquel que me explota?
 
MARÍN:
Abusar del capital
exaltados pretendéis,
siempre en lucha desigual;
cuando de comer perdéis
al negaros el jornal.
 
MINERO:
Sin nosotros pan no hubiera
¡Y aún saben tratarnos mal!
Odio hallamos por doquiera,
pues como a implacable fiera
nos oprime el capital.
 
MARÍN:
Hoy llamas tu explotador
al que te da de comer
¡Piensa las cosas mejor!
No debe el trabajador
de injusto ínfulas tener.
 
MINERO:
Acaso justo será
el que a trabajar me obliga
y enriqueciéndose va…
¡Y quiere que le bendiga
porque un mal sueldo me da!
 
MARÍN:
Trabajar para comer
pacientemente debieras,
sin las ínfulas tener,
que tu hambre satisfacer
del rico a expensas debieras.
 
MINERO:
Yo el trabajo no aborrezco
que sabe el trabajo honrarme,
sólo justicia apetezco,
¡Pero lo que me merezco
con mi sudor sepan darme.
 
MARÍN:
Cuando en huelga al declararte
hacer una cosa intentas,
que fuese injusto otorgarte,
si es tu gusto el revelarte
¿Porqué después te lamentas?
 
MINERO:
Que no se me otorga ves
porque la fatalidad
consiente, aunque injusto es,
que en nuestra lucha al burgués
le ayude la autoridad.
 
MARÍN:
¿Querrás que te ayude a ti
y que sus designios tuerza
al dejar de obrar así,
cuando la ley que es la fuerza
representada está en mí?
 
MINERO:
En ti está representada
la fuerza. Podrá ser hoy,
pero en la lucha empezada
verás como pronto voy
a reducirte a la nada.
 
MARÍN:
Mal podrás así pensando
ver llegar los días felices
que tanto estás deseando,
cuando la mano maldices
del que hoy el pan te está dando.
 
MINERO:
Dado por él no quisiera
ni aún el aire que respiro.
Que si en ti estribar pudiera
la igualdad a que tanto aspiro
yo sé que jamás viniera.
 
MARÍN:
Tú pretendes ser igual
con el rico en los placeres,
mas no en la lucha social
compartir del capital
los tan sagrados deberes.
 
MINERO:
Llamas tú santo deber
con el sudor comerciar
del que sabe pobre ser
y hasta el pan que ha de comer
sabérselo escatimar.
 
MARÍN:
Piensas que conscientemente
soy causante de tu mal,
y, en tu dolor permanente,
de vivir míseramente
culpas siempre al capital.
 
MINERO:
No quieres que aborrecerte
y odiarte sepa el obrero;
orgulloso siempre al verte
tratar como pordiosero
al que sabe enriquecerte.
 
MARÍN:
Nada sé deberte a ti
porque en este mundo todo
sabes debérmelo a mí,
cuando fácilmente el modo
de esclavizarte hallo aquí.
 
MINERO:
Esclavo lo pude ser,
pero a esclavizarme más
no pruebes, porque has de ver
que más que tú, mucho más,
pronto empezaré a valer.
 
MARÍN:
Tú estás con tu socialismo
y con tu idea libertaria
daño haciéndote a ti mismo
en tu ciego fanatismo
más que a la parte contraria.
 
MINERO:
Yo esclavizado a mi idea
seguiré, pero es seguro,
que cuando vencedor sea
no seré innoble verdugo
tanto cual tú y tu ralea.
 
MARÍN:
Tu vencedor ¿y de quién?
si, satisfecho tu afán,
encuentro fácil también
que al hallarte harto de pan
digas: ¡el mundo está bien!
 
MINERO:
Si el pan con llanto amasado
a gloria me ha de saber
yo quiero estar condenado
y no con sangre bañado
tener tal pan que comer.
 
MARÍN:
Cuando vas a trabajar
procuras bien poco hacer,
mas luego al ir a cobrar
sabes siempre reclamar
mayor sueldo merecer.
 
MINERO:
Si yo gano como veinte
tú ni como diez me das.
No me quejo injustamente
y aunque hacer muy poco intente
aún hago mucho de más.
 
MARÍN:
Tú sabes mejor vivir
parado que trabajando
y sabes siempre decir
que el amo te está explotando
sin dejarte de oprimir.
 
MINERO:
Precio al trabajo poner
no es posible, aunque tú quieras.
¿Precio mi sudor tener?
¿Es que queréis como fieras
de carne humana comer?
 
MARÍN:
Abandona ese ideal
que puede el camino ser
que ha de conducirte al mal,
pues debe el obrero ser
hermano del capital.
 
MINERO:
No esperes que tu desvío 
pueda por amor tomar.
De tus mentiras me rio, 
cuando te pido lo mío
y no me lo quieres dar.
 
MARÍN:
Si en amor se convirtiera 
el odio que inspiras hoy
y tu afecto mereciera
yo contigo compartiera
lo que puedo valgo y soy.
 
MINERO:
Tú nada has de regalarme
para mi amor merecer,
para tu hermano llamarme
bastará con no negarme
el valor que sé tener.
 
MARÍN:
Tú disponte a producir
porque muy pronto presumo
que, si quieres bien vivir,
conmigo has de compartir
la producción y el consumo.
 
MINERO:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
EN LA SOCIEDAD ACTUAL
SABEN LOS PRIVILEGIADOS
MIL INFAMIAS COMETER
CON LOS POBRES EXPLOTADOS.
 
Aunque sea un criminal
bien se mira al usurero;
la virtud es el capital
no hay honradez sin dinero
EN LA SOCIEDAD ACTUAL.
 
Por su mala fe guiados,
ansiosos de acaparar;
cual vampiros desalmados
la sangre nuestra chupar
SABEN LOS PRIVILEGIADOS.
 
Abusando del poder
logran los de preferencia
al pobre su esclavo hacer
y con cínica imprudencia
MIL INFAMIAS COMETER.
 
Son por la ley amparados
tan injusta como odiosa,
sus crímenes disculpados;
la ley solo es rigurosa
CON LOS POBRES EXPLOTADOS.
 
MARÍN:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
SE ABORRECE AL HOLGAZÁN;
EL TRABAJADOR HONRADO
ES POR TODOS BIEN MIRADO
Y NUNCA LE FALTA EL PAN.
 
Que yo del obrero soy
un enemigo dirán,
pero convencido estoy
que con justa razón hoy
SE ABORRECE AL HOLGAZÁN.
 
El vago e “inquimador”
se ve siempre despreciado;
y para hacerte favor
tiene siempre protector
EL TRABAJADOR HONRADO.
 
Se persigue al que, vicioso,
del trabajo se ha olvidado
y al criminal asqueroso.
El obrero laborioso 
ES POR TODOS BIEN MIRADO.
 
A las leyes respetando
nobles obreros que van
premio a su trabajo hallando,
son felices trabajando
Y NUNCA LES FALTA EL PAN.
 
MINERO:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
SACUDE EL YUGO OPRESOR
QUE ASÍ SABE ESCLAVIZARTE,
PRUEBA, ESCLAVO, A REBELARTE
HUMILLANDO A TU SEÑOR.
 
No des al consejo oído
del que te inspira temor;
si quieres ser redimido
a tu compañero unido
SACUDE EL YUGO OPRESOR.
 
Lo que tú vales aprecia
y al llegar a emanciparte
de toda creencia necia,
al miserable desprecia
QUE ASÍ SABE ESCLAVIZARTE.
 
Abraza la santa idea
única para salvarte
y cuando la hora sea
contra esa infame ralea
PRUEBA, ESCLAVO, A REBELARTE.
 
La verdad al resplandecer
y de su luz al fulgor,
podrás con estruendo ver
la gran efigie caer 
HUMILLANDO A TU SEÑOR.
 
MARÍN:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
POBRE OBRERO, ALUCINARTE
LOS LIBERTARIOS PRETENDEN;
OFRECIÉNDOTE SALVARTE
ASÍ LA DISCORDIA ENCIENDEN.
 
Con promesas engañarte
saben al oír tus quejas,
pero nada podrán darte…
Triste de ti si te dejas,
POBRE OBRERO, ALUCINARTE.
 
Ley y religión ofenden
queriendo libres vivir
y porque justo lo entienden
la humanidad destruir
LOS LIBERTARIOS PRETENDEN.
 
Solo el alma emponzoñarte
es lo que conseguirán,
o al patíbulo arrastrarte;
es lo que darte podrán
OFRECIÉNDOTE SALVARTE.
 
Juran que ellos no se venden
en el mundo por dinero,
que es justo lo que defienden,
y entre patrono y obrero
ASÍ LA DISCORDIA ENCIENDEN.
 
MINERO:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
¡ROMPE YA LA VIL CADENA!
¡MUÉSTRATE ALTIVO, IMPONENTE!
¡HUMILLA LA ODIOSA FRENTE
DEL QUE A SUFRIR TE CONDENA!
 
La humilde solicitud, 
pobre obrero, ya no es buena.
Piensa que el fuerte eres tú
y de tanta esclavitud
¡ROMPE YA LA VIL CADENA!
 
Unido a tu compañero
conseguirás fácilmente
el derribar todo fuero;
y ante el lobo carnicero
¡MUÉSTRATE ALTIVO, IMPONENTE!
 
Ya que a Natura le plugo
darte del dolor la fuente,
rompe el execrable yugo
y de tu infame verdugo
HUMILLA LA ODIOSA FRENTE.
 
Ya del cordero se espanta
hoy la carnívora hiena;
el fuerte brazo levanta
para segar la garganta
DEL QUE A SUFRIR TE CONDENA.
 
MARÍN:
(Improvisando una glosa del trovo completa)
 
DE ESCLAVIZARME AL DINERO
NO FUI NUNCA PARTIDARIO;
AUNQUE NO SOY LIBERTARIO
NO DEJO DE SER OBRERO.
 
De esas leyes opresoras
también redimirme quiero,
vengan leyes redentoras
si me eximen sus mejoras
DE ESCLAVIZARME AL DINERO.
 
No es que la envidia me incita
a ser del burgués contrario;
mas de besar, cual bendita,
la mano que el pan me quita
NO FUI NUNCA PARTIDARIO.
 
Tengo para mi ideal
en mi pecho un santuario
que adoro con fe no igual
y aborrezco al capital
AUNQUE NO SOY LIBERTARIO.
 
Sobre mí, lloro que exista
del explotador el fuero;
sin tener de socialista
el color, ni de anarquista,
NO DEJO DE SER OBRERO.
 
MINERO:   A la burguesía pegado.
MARÍN:     Voy porque puede ampararme
MINERO:   ¡Así estás tú tan sobrado!
MARÍN:     Todo llegará a sobrarme.
MINERO:   ¡Cuando te hayan enterrado!
 
MARÍN:     Te has lucido al fin, Manuel.
MINERO:   Porque a lucirme he venido.
MARÍN:      Ese era aquí tu papel.
MINERO:    Lo traje bien aprendido.
MARÍN:      Estáis en baja tú y él.
 
MINERO:   Yo vine de Cartagena.
MARÍN:      Pensé que de San Antón.  (Prisión de Cartagena)
MINERO:   Creyendo hacer cosa buena.
MARÍN:      Los que de mi idea son.
MINERO:   Merecen una cadena.
 
MARÍN:     Que habrás pensado ganar.
MINERO:   Más que tú acaso en La Unión.
MARÍN:      Aplausos te han de sobrar.
MINERO:   No traje yo esa intención.
MARÍN:      Fue el comer y no pagar.
 
MINERO:   A Cartagena me iré.
MARÍN:      Pero en el tren no será.
MINERO:   Si no en el tren será a pie.
MARÍN:      Nadie a robarte saldrá.
MINERO:   Lo que la empresa me dé.
 
MARÍN:      Eres un mal libertario.
MINERO:   Que odiar sé al explotador.
MARÍN:     ¿Publicas tu idea a diario?
MINERO:   Seré un nuevo redentor.
MARÍN:     Y tendrás cruz y calvario.
 
MINERO:   ¿Qué pensaste en tu poesía?
MARÍN:      Lucirme como en Canteras.
MINERO:   Esa es tu monomanía.
MARÍN:     Tú aquí cantando ¿qué esperas?
MINERO:   Ganarte como aquel día.
 
MARÍN:     Te compadezco, Manuel.
MINERO:   No creo que dolor te cueste.
MARÍN:     ¿Contigo hacer mal papel?
MINERO:   Este Manuel no es aquel.
MARÍN:      Porque es bastante peor éste.
 
MINERO:   ¿Te crees un Séneca aquí?
MARÍN:      Contigo siempre lo soy.
MINERO:   No abusar quieras de mí.
MARÍN:      Pues casi dispuesto estoy.
MINERO:   A que se rían de ti.
 
MARÍN:      Basta ya de más cantar.
MINERO:   Cuando quieras damos fin.
MARÍN:      Hora es ya de descansar.
MINERO:   Te di un buen sobo, Marín.
MARÍN:      Y de ti me he de vengar.
 
MINERO:   Quedará de esta velada.
MARÍN:      El público satisfecho.
MINERO:   Ya se está haciendo pesada.
MARÍN:      Poco hicimos de provecho.
MINERO:   Yo poco, pero tú nada.
 
MARÍN:      Siento tenerme que ir.
MINERO:   Yo también siento dejaros.
MARÍN:      Si el tema queréis seguir.
MINERO:   Ya vendremos a buscaros.
MARÍN:      Si nos queréis recibir.
 
MINERO:
Adiós pueblo portmanero
que a oír mi verso has venido;
de vuestro trato sincero
contento y agradecido
se marcha de aquí “El Minero”.
 
MARÍN:
Cansado está el tocador
y ya no puede tocar,
cansado está el dictador
y cansado el cantador,
vamos, pues, a terminar.
 
                     FIN